Empecé a revisar su expediente para preparar la vista que tendría lugar esa misma semana. Al leer su caso me di cuenta de que había olvidado muchos detalles, incluido el testimonio de la mujer que llamó para informar de que la madre de Abigail la había dejado al cuidado de una viuda pobre. Así comienza su viaje hacia una familia segura y cariñosa.
"Recuerdo que fui a visitarla, la viuda la llevaba en brazos y pude ver que estaba masticando algo, tenía la cara manchada de manchas de hollín del humo de la estufa donde cocinaba, pero aun así sonrió cuando entró en contacto con el nieto de la viuda.
Recuerdo que una noche, cuando volvía de la iglesia, hacía un frío que pelaba y la viuda abrazó fuertemente a Abigail tratando de mantenerla segura. La niña lloraba con fuerza y la viuda dijo que aquel día no había podido alimentarla y que era muy difícil poder consolarla. Parecía no saber qué hacer, ya que la madre sólo dejó a la niña y no dijo cuándo iba a volver. Creía que la madre había cruzado a Guatemala, y la viuda describió los tatuajes que vio en sus brazos. Parecía tener miedo de hablar del padre, que sólo llevaba unas semanas en el pueblo, pero lo comprendí porque todos conocemos el peligro de las bandas.
La siguiente vez que la vi viajábamos en la caja de un camión. La viuda intentaba mantener a la niña en brazos y yo me acerqué para ayudar a sostenerla. Veía que estaba cansada y que no podía seguir cuidándola y recuerdo que pensé en hacer algo por ella.
Recuerdo haber visto a la viuda pidiendo ayuda a los miembros de las iglesias y a otras personas de apoyo. Pedía comida y ropa y sólo algunos días lograba dar comida a su familia y a la niña, pero aún así consolar a la niña era muy difícil y por eso quería regalarla pues lloraba mucho y esto hacía que la viuda se desesperara todos los días." - Testimonio de María Ríos (traducido del original español)
Gracias a la denuncia de María Ríos, la pequeña Abigail fue puesta bajo la custodia de los servicios de protección de menores (DINAF) y luego ingresó en nuestro centro de atención de crisis. Enseguida nos dimos cuenta de que había sufrido muchos traumas y pérdidas en sus primeros meses de vida. Le costaba confiar y parecía confusa con los cuidados que recibía. Tras una búsqueda infructuosa para encontrar a su madre o a algún miembro de su familia, la DINAF nos pidió que empezáramos a buscar una familia de acogida para Abigail. Alrededor de los 10 meses de edad, Abigail pasó de la casa de acogida en crisis a nuestra casa de acogida transitoria para esperar a su familia. Pasaron varios meses antes de que pudiéramos identificar, formar y certificar a una familia; pero estamos agradecidos de que Abigail sólo esperara unos meses antes de ser acogida en una familia donde ha prosperado en su viaje de curación.
La semana pasada asistí a la audiencia final de abandono de Abigail. Pronto se enviarán sus papeles a la capital, lo que la liberará legalmente para la adopción y le permitirá vivir con su familia definitiva.
Cuando entramos en el despacho del juez, esta niña, que lleva años esperando ser adoptada, se puso delante de mí y ocupó mi sitio en la mesa, decidida a desempeñar un papel activo en su propia audiencia. Orgullosa, le dijo al juez su nombre y el de su madre de acogida y, a continuación, se mostró muy curiosa por conocer las mascotas de la familia de todos. Aunque no estuvo presente cuando se discutieron los detalles de su caso y se dictó sentencia, estoy muy contenta de que se oyera su voz. Reflejaba la confianza y el sistema de creencias positivas que se desarrollaron gracias a años de amor incondicional y conexión segura con su familia de acogida.
La niña frágil, asustada y desconfiada que entró en nuestra fundación hace más de 4 años ha sido sustituida por una niña brillante, feliz y sana que refleja el amor que se le ha prodigado. Es preciosa y lo sabe.
Con el permiso de su madre de acogida, comparto una foto tomada en la audiencia de hoy. Su madre de acogida reza para que algún día se convierta en defensora de los niños que esperan una familia para siempre. No me cabe duda de que, sea lo que sea lo que decida hacer esta pequeña petarda, cambiará el mundo y me siento muy afortunada de poder formar parte de su historia.
Gracias por rezar por nosotros y apoyar el trabajo que hacemos en Honduras. ¡TÚ también formas parte de su historia!