Miguel llegó a nuestros cuidados cuando sólo tenía unos días. Fue abandonado casi inmediatamente después de nacer, y lo encontraron cubierto de picaduras de hormiga y otras marcas. Debido a su desgarrador estado, Miguel fue ingresado en el hospital para recibir atención médica.

Poco después, la DINAF (servicios a la infancia) confirmó que nadie se iba a presentar por Miguel. Esto significa que se someterá al proceso de abandono y que podrá ser adoptado por una familia. Por ello, se le colocó en nuestro hogar de transición a la espera de su familia definitiva.

Miguel tiene ahora tres meses y está prosperando. Está alcanzando nuevos hitos y hace poco empezó a darse la vuelta. A su corta edad, los cuidados de tipo familiar que está recibiendo son muy importantes desde el punto de vista físico y del desarrollo. Como Miguel ha estado en un entorno familiar, podrá vincularse más fácilmente y crear un vínculo sano con su familia adoptiva.

Estamos impacientes por ver qué le depara el futuro a Miguel.