Como Director, a veces es difícil expresar con palabras las historias de los niños que recibimos y todo lo que nuestro equipo hace día tras día.
Innumerables historias de pérdidas y tragedias se mezclan con la alegría de oír las risitas y los chillidos alegres de los niños mientras juegan al pilla-pilla.
Tratar de permanecer en la alegría de saber que los niños están ahora a salvo de sus agresores al tiempo que se reconoce plenamente que fueron víctimas de abusos.
Hace unos meses recibimos a dos hermanas cuyos padres fueron asesinados delante de ellas.
La niña de 9 años aún temblaba visiblemente durante su ingreso en el centro de atención de crisis por el trauma que presenció al intentar esconder a su hermana recién nacida debajo de una mesa tras oír disparos.
Tras su llegada, la fiscalía llamó y declaró que la hermana mayor tendría que testificar contra el hombre que mató a sus padres.
Mientras la llevaba al juzgado, intenté hablar de sus comidas favoritas, de lo que le gusta hacer y de cómo le iba en el colegio.
Finalmente, me miró en silencio con los ojos llenos de lágrimas y me dijo: "¿Adivina qué?".
"¿Qué?", respondí lentamente mientras podía sentir un nudo formándose lentamente en mi garganta. "Ahora soy huérfana", dijo. "Mi padre murió y ahora mi madre también, no me queda nadie...".
Intenté mantener la voz firme y contener las lágrimas que se me estaban formando en los ojos.
Le respondí diciéndole que nunca será huérfana por el amor que Dios le tiene, y que tiene a su hermanita y ahora está a salvo.
En cuanto salimos del coche le di el abrazo más fuerte y le aseguré que no era huérfana.
Horas más tarde me senté fuera de la sala del tribunal con nuestro psicólogo mientras la niña estaba sentada en un estrado protegida de la vista del hombre que mató a sus padres.
Miró directamente a la cara de la persona que mató a su mamá y a su papá a través del cristal del espejo mientras testificaba verbalmente lo que vio.
Es valiente. Se aseguró de que sus padres recibieran justicia y nosotros nos aseguramos de que ella y su hermana recibieran la terapia y el apoyo necesarios tras perder a sus padres.